Descubre por qué la protección de marca debería considerarse un elemento clave de cualquier estrategia empresarial en la economía globalizada.
Durante las últimas décadas, el sector del comercio electrónico ha perturbado la forma en que las empresas y los consumidores interactúan y se comportan entre sí. El comercio electrónico ha permitido a las marcas mostrar sus productos a compradores potenciales a escala mundial de una forma que suele considerarse rápida, sencilla y rentable.
A pesar de tratarse de un sector algo maduro en el que los principales actores conservan una gran parte de la cuota de mercado, el mercado ha incrementado un 45,8% desde 2019 y las ventas mundiales de comercio electrónico generaron 4,9 trillones de dólares en 2021.
Mientras se incorporan al mercado nuevos actores, principalmente startups y nuevas plataformas de comercio electrónico asiáticas, y los esfuerzos de digitalización se centran en aumentar la experiencia de los clientes para retenerlos y ganar otros nuevos, se prevé que el mercado alcance en 2025 los US$1,996.0 billones en el China, los US$723.6 billion en Estados Unidos y los US$655.6 billion en Europa.
El crecimiento del comercio electrónico, junto con el creciente número de canales de compra digitales, está dificultando que las empresas conserven la visibilidad de su marca, productos, vendedores y redes de distribución online. De hecho, son estos mismos canales los que están facilitando la venta de productos falsificados, perjudicando los ingresos, la confianza del consumidor y la reputación de la marca. Por otra parte, también facilitan el incumplimiento de los acuerdos de distribución en cuanto a precios, mercados, etc. por parte de los revendedores y abren las puertas a la distribución ilegal de productos auténticos.
Hay un gran número de riesgos asociados a la venta de productos online, muchos de los cuales son desconocidos para las marcas. Lo que podría parecer una forma rápida, simple y rentable de expandirse a nuevos mercados y llegar a nuevos segmentos de clientes es todo lo contrario. Si bien es cierto que aporta un inmenso valor y beneficios a las empresas, el comercio electrónico también expone a las empresas a riesgos financieros, reputacionales y contractuales si las amenazas existentes y emergentes no se abordan con los medios necesarios.
Uno de los principales problemas a los que se enfrentan las empresas cuando venden online es la falta de visibilidad y control de sus estrategias de ventas y precios.
A medida que las empresas incrementan su número de vendedores para comercializar sus productos, controlar el precio a los que se venden estos productos auténticos y bajo qué condiciones se vuelve cada vez más complicado. Sin embargo, es primordial conseguirlo para asegurar que se están ateniendo a sus acuerdos contractuales, y para identificar si los vendedores están vendiendo productos fuera de los canales de distribución acordados. No ser capaz de identificar estos problemas puede llevar a problemas de mercado gris, a relaciones más tensas con tus vendedores y a la pérdida de confianza en tu marca.
Con más de 300 millones de cuentas activas y 1.9 millones de socios vendedores a través de 180 países, cada vez es más difícil que las marcas puedan gestionar sus ventas en plataformas de comercio electrónico. No es de extrañar que aparezcan vendedores no autorizados dentro de la mayoría de plataformas de comercio electrónico como Amazon o eBay. Los vendedores no autorizados suelen comercializar productos por debajo del precio oficial, no respetan la descripción oficial del producto ni los servicios adicionales del mismo, y suelen presionar a los vendedores autorizados para que bajen sus precios.
Garantizar que tus revendedores están cumpliendo con la política de precios no es únicamente crucial desde un punto de vista financiero sino también desde un punto de vista operativo. El precio de venta impacta directamente en tus ventas. Además, una pérdida de visibilidad de tus vendedores puede desembocar en relaciones tensas debido a falta de comunicación y transparencia de los vendedores.
Los datos y la información son un activo que hace de las marcas lo que son y ayudan a las empresas a tomar decisiones estratégicas. Sin embargo, menos del 50% de las empresas mencionan los datos como una forma de impulsar el valor corporativo.
Saber qué producto está vendiendo cada vendedor, el precio unitario, los descuentos aplicados, los niveles de stock y en qué países operan es fundamental a la hora de considerar colaboraciones estratégicas , y es clave para tomar decisiones empresariales fundamentadas.
Haz un seguimiento a tus vendedores autorizados y no autorizados para descubrir sus canales, situaciones de mercado gris o incluso importaciones paralelas que se producen cuando tus productos se están importando fuera de tus mercados autorizados. Utiliza los datos obtenidos a través del servicio de seller tracking para informar y actuar en tiempo real.
El uso de la tecnología de seller tracking, en concreto el acceso a la información y a los datos sobre tus vendedores y la identificación de actividades no autorizadas o discrepancias, te permite actuar siempre que sea necesario. De este modo, podrás tener un mejor control sobre tu estrategia de ventas online e impulsar tus ventas.
La penetración mundial de Internet del 62,5% y el crecimiento de la posesión de smartphones, sugiere que los consumidores seguirán favoreciendo la expansión de la industria del comercio electrónico. Además, la incorporación de nuevas tecnologías para mejorar la experiencia del cliente a lo largo del customer journey en plataformas generalistas como Amazon también apunta en esta dirección. Durante el 2021 la cuota de mercado de Amazon en Estados Unidos representaba el 50% de todo el mercado minorista de comercio electrónico, lo que realmente pone de manifiesto esta migración de las compras de ladrillo a las de clic.
Las reseñas y valoraciones de los productos nunca han sido tan importantes para las marcas, los revendedores y los consumidores, ya que influyen en la venta/compra de otros posibles compradores al aumentar su confianza en el producto que van a adquirir.
Amazon es líder mundial en el comercio online de electrónica y medios de comunicación en términos de usuarios, experiencia de cliente y vendedores. El Amazon Prime Day, que comenzó como una forma de celebrar el 20º aniversario de la empresa, premia a los usuarios prime por confiar en la empresa con descuentos exclusivos durante un evento de dos días. El año pasado, el evento vendió 11.200 millones de dólares en mercancías y se convirtió en un acontecimiento sin precedentes para los vendedores de terceros.
Teniendo en cuenta la repercusión que este evento de dos días tiene para las marcas, no es de extrañar que terceros intenten aprovecharse de los productos de las marcas oficiales y los vendan online a través de canales y vendedores no autorizados o, incluso, por vendedores autorizados que no cumplen plenamente con sus obligaciones contractuales.
En Smart Protection rastreamos a vendedores en todo Amazon, ofreciéndote plena visibilidad sobre quién está vendiendo sus productos, en qué país/mercado, a qué precio y bajo qué descripción y condiciones. Los conocimientos generados con nuestro proceso de tres pasos (seguimiento, control y opciones de acción) te permiten priorizar las acciones a realizar en función de los diferentes criterios que tu elijas y, por tanto, te permite recuperar el control de tu estrategia de distribución online.
Nuestro servicio de seller tracking ofrece a tu marca una visión de 360° de la actividad de los vendedores autorizados y no autorizados que existen y surgen en todos los marketplaces. Esto facilita el seguimiento de tus distribuidores autorizados, garantizando que se respetan tus acuerdos contractuales, cuya importancia se enfatiza en días como el Amazon Prime Day, para que puedas maximizar las oportunidades y ofrecer a tus clientes una experiencia de compra positiva.
